Con trabajo, constancia y buen trato al cliente, Araceli y su esposo desde hace 20 años laboran en el puesto número 41 del Mercado Garmendia y gracias a las ventas de pollo pueden sacar adelante a su familia.
Desde adolescente aprendió el oficio y cortar de forma correcta el pollo y así las amas de casa pueden aprovechar cada una de sus partes.
Refiere que lo más sobresaliente es disfrutar cada día, por importante o no que sea la tarea.
Además de carne de pollo también vende aguas frescas embotelladas e incluso prepara alimentos para vender comidas y cenas.
Araceli Velázquez refiere que el trabajo dignifica y que cuando se quiere salir adelante muchas acciones positivas se pueden emprender.