Desde hace casi medio siglo, las impresionantes obras artísticas que arropan el templo de La lomita, han asombrado a miles de visitantes.
Entre los años 1962 y 1968 comenzó la instalación de los imponentes vitrales que desde el interior del templo vistos a contraluz, ilustran los pasajes de las apariciones de la virgen de Guadalupe, los cuales están considerados entre los mas grandes del país, incluso entre los mas importantes de latinoamérica.
Tras 17 años desde la última restauración, este fin de semana, casa Montaña, la misma empresa que los elaborara en los años 60, comenzó un nuevo proceso de restauración, limpieza y embellecimiento de estas impresionantes obras artísticas.
Los vitrales laterales alcanzan los 8 metros de altura, mientras que la obra del acceso principal del templo, “el encuentro con la fe” tiene una altura de 12 metros por 13 metros de ancho.

Al interior del santuario, guardando la majestuosidad del templo y conservando su esencia, el templo de La Lomita continúa adecuando sus espacios.