El Secretario General de la ONU desestimó el Alcance del veto migratorio a ciudadanos de siete países con mayoría musulmana, porque los grupos terroristas, dijo, utilizan planes más sofisticados que poner a yihadistas en un avión.
“No es la mejor manera para proteger ni a Estados Unidos, ni a ningún otro país. No creo que esta sea una manera eficaz de hacerlo, y creo que estas medidas deben suspenderse más pronto que tarde”, afirmó Antonio Guterres, secretario General de la Organización de las Naciones Unidas.
El portugués Antonio Guterres pidió al Gobierno estadounidense no basarse en principios discriminatorios vinculados a la nacionalidad, la religión o la identidad étnica.
La primera ministra del Reino Unido, uno de los principales aliados de Estados Unidos, también criticó a Trump.
El Vaticano dijo estar intranquilo.
El Presidente de Irán, una de las naciones afectadas por la política antimigratoria de Trump, dijo que se trata de una clara violación a los derechos humanos y que es un síntoma de su inexperiencia política.
Yemen es uno de los siete países que incluyó Trump en su veto migratorio.
En un nuevo desafío a esta política, un juez de California se sumó a las órdenes que suspenden la prohibición de entrada a los ciudadanos de estos países.
Según el gobierno de Trump, las voces en contra del veto migratorio han hecho más grande el problema.
Pero diversas organizaciones humanitarias y firmas de abogados aseguran que son miles. La abogada de inmigración, Julie Goldberg señaló que mil 214 originarios de Yemen y Somalia están varados, incluso, dijo que muchos tienen la residencia.
A pesar de que la Casa Blanca aseguró que el veto no afecta a quienes cuentan con la llamada “tarjeta verde”, las aerolíneas no los dejan subir a sus aviones porque al llegar a la Unión Americana, las autoridades migratorias no los aceptan. Por lo que tienen que llevarlos de vuelta, sin que el gobierno pague el costo de esos vuelos.