Como algo que se debe de celebrar por su valor histórico y actual en la vida de nuestro país, consideró el historiador Rigoberto Carrasco Mendívil el centenario de la Constitución Mexicana de 1917 que es la que actualmente nos rige.
El catedrático del ITSON, explicó que dicho documento no nació de la noche a la mañana, sino fue el resultado de un largo proceso histórico, que se nutrió en parte con las otras tres constituciones anteriores, y que culminó con un documento social que da certidumbre a grupos originarios, a trabajadores y ejidatarios.
Proceso nada sencillo, que surge en pleno conflicto armado con la Revolución, donde existían muchas vertientes ideológicas que existían a lo largo y ancho del país, por lo que en ese contexto, no fue fácil elaborar la constitución.
Tras ser cuestionado en torno a las más de 700 enmiendas realizadas a la Constitución vigente a los largo de estos cien años, Carrasco Mendivil, consideró que lejos de requerir reescribir un nuevo documento, ante las nuevas realidades del México moderno, lo que se debe hacer es cumplir lo establecido.
No obstante, dejó abierta la posibilidad de que pudiera actualizar o reformar dado que las realidades del México de 1917 era muy diferente al actual.