La implementación y unificación del número de emergencias 911 llegó para ofrecer a la ciudadanía mexicana y extranjera que visita los destinos nacionales, una opción conocida internacionalmente de respuesta ante cualquier contingencia, sin embargo este medida ha sido objeto de hacer un uso irresponsable.
Se dio a conocer por personal del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano, mejor conocido como C-4 en Mazatlán a través de una tarjeta informativa emitida por la secretaria de seguridad pública municipal que del total de llamadas que se reciben el 90 por ciento son llamadas de broma y alertas falsas, un 5 por ciento para solicitar información y el 5 restante son llamadas reales de emergencias, urgencias médicas o servicios.
Lo grave de estas cifras es que la Central C-4, envía recursos humanos y tecnológicos hacia la supuesta emergencia; y con ello se pierde tiempo que podría ser empleado en una emergencia real.
Muchas de las personas que llaman a C-4 lo hace con el único afán de reírse, molestar, burlase o insultar al operador, lo cual ocurre cotidianamente.
Es por ello que se pide a la ciudadanía tomen consciencia y en el caso de las bromas realizadas por menores hacerles entender el verdadero uso que tiene el número de emergencias. Ya que puede ocurrir el caso que por el hecho de atender este tipo de llamadas falsas se desatiendan los verdaderos llamados de emergencia.
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