Fiscales surcoreanos acusaron este martes al jefe de Samsung Electronics, Lee Jae-Yong, por soborno, perjurio, encubrimiento de ganancias criminales, malversación y ocultamiento de activos en el extranjero, mientras el gigantesco conglomerado anunció el desmantelamiento de su oficina de estrategia corporativa, en los últimos capítulos de un escándalo de corrupción que ha sacudido al país.
Otros cuatro ejecutivos de Samsung fueron acusados con los mismos cargos, en el enorme escándalo de corrupción que ha sacudido a las élites políticas y de negocios del país asiático.
La medida significa que el líder de negocios más destacado de Corea del Sur y algunos de sus principales colaboradores enfrentarán un juicio.
Tanto Lee como Samsung han negado las acusaciones
Lee es el heredero del extenso imperio de negocios de Samsung. Su padre, el presidente del grupo, sufrió un ataque al corazón en 2014 y no ha gozado de buena salud. Lee es también vicepresidente de Samsung Electronics, la joya de la corona en el conglomerado familiar.
Samsung heir Lee Jae-yong, seeking to modernize opaque culture, instead gets scandalhttps://t.co/wOUGjQrNsD pic.twitter.com/NcIXmL8Z3a
— Wall Street Journal (@WSJ) 21 de febrero de 2017
"Pedimos perdón por la controversia social y el sufrimiento que hemos causado", dijo el vicepresidente ejecutivo de Samsung Group, Lee June, a los periodistas.
Las acusaciones se conocieron antes de que el Tribunal Constitucional decida si se mantiene el juicio político contra la presidenta Park Geun-hye, aprobado por el Parlamento en diciembre. El proceso fue activado por acusaciones de que conspiró con Choi Soon-sil, la amiga y confidente de la Mandataria.
Choi, en el epicentro del escándalo, para consolidar su control sobre el imperio empresarial, que comprende desde la telefonía móvil a la industria biofarmacéutica, presionó a grandes empresas para que donaran a dos fundaciones creadas para respaldar las iniciativas políticas de la Presidenta Park.
Lee prometió en diciembre el cierre de la oficina de estrategia corporativa de Samsung, un centro neurálgico responsable de grandes iniciativas como inversiones en nuevos negocios, entre acusaciones de políticos de que era un órgano clave para sus tramas de cabildeo ilícito.
Compuesto por unos 200 empleados elegidos a dedo entre varias afiliadas, la oficina no existía como una entidad legal, pero tenía un enorme poder como el instrumento de control de la familia fundadora Lee.
También te podría interesar:
Denuncian venta ilegal de esqueleto de dinosaurio en París
Se lanza desde cuarto piso por su celular
OMS da a conocer lista de bacterias que ponen en riesgo a la humanidad
