Si quieres bajar de peso, no basta solo comer bien y hacer ejercicio, hay ciertos factores que pueden evitar que adelgaces:
1. Comer mucho y mal
Además de tener una alimentación equilibrada y baja en grasas, hay que distribuir las comidas a lo largo del día, evitando las raciones abundantes.
Las pequeñas cantidades nos sientan mejor, facilitan la digestión y absorción de nutrientes. Eso sí, no hay que saltarse estas comidas, si dejamos de aportar nutrientes a nuestro organismo el metabolismo se ralentizará y quemaremos menos grasas.
Beber mucho agua es igual de importante: la deshidratación, además de perjudicial para nuestra salud, aumenta la sensación de hambre
2. Estrés
La ansiedad y el estrés hacen que el cerebro sienta ganas de comer aunque no tenga hambre. Los expertos recomiendan buscar siempre un rato para distraerse y salir de la rutina.
3. No comer suficientes proteínas
Lo que son fundamentales en una dieta equilibrada son las proteínas en y deberían ingerirse en todas las comidas. Son la principal fuente de energía, activan el metabolismo, favorecen el desarrollo muscular, etc. Comer huevos, legumbre, lácteos, carnes y pescados con frecuencia, aportará a nuestro organismo la cantidad de proteínas necesarias.
4. No comer suficiente fibra
La fibra es crucial si queremos bajar de peso. Avena, cereales integrales, semillas, legumbres o frutas son fundamentales en nuestra dieta. No sólo ayudan a nuestra digestión, sino que sacian nuestro apetito evitando la sensación de hambre durante más tiempo. ¿El mejor momento para comer fibra? En el desayuno.
5. No dormir lo suficiente
Trasnochar mucho o dormir menos de lo recomendado no es una buena idea si queremos bajar de peso. La falta de sueño ralentiza nuestro metabolismo y nos pone de peor humor. Varios estudios han demostrado que las personas que duermen, al menos, 8 horas diarias, tienen más facilidad para quemar grasas durante el día. Descansar bien debe estar en nuestra lista de prioridades.