Contra todo pronóstico, de forma épica y cargado de polémica, el Barcelona rompió la estadística de la Champions League: Se convirtió en el primer equipo en remontar un 0-4.
Apoyado en dos penaltis, el segundo sumamente dudoso, el Barça ganó 6-1 en un juego frenético que dejó el marcador 6-5 global y eliminó al PSG de la competencia europea.
Los primeros 50 minutos rayaron en la perfección para los blaugranas. Primero con el tanto de Luis Suárez al minuto 3 cuando remató de cabeza y el esférico alcanzó a rebasar la línea de gol. Después, un autogol de Kurzawa puso el marcador el 2-0.
Luego vino la primera polémica cuando el defensa Thomas Meunier, casi en el suelo, provocó que Neymar cayera. Hubo reclamos de todos lados, pero el quinto árbitro apreció falta y se decretó el penal.
Lionel Messi cobró con potencia para el 3-0 al 50’. El Camp Nou vibró, pero los pupilos de Unai Emery estaban listos para intentar arruinar la fiesta.
Tras un recentro, Edinson Cavani apareció en el área y con gala de técnica, le pegó al esférico con el empeine, sin dejarlo caer, para el 3-1 al 62’. Parecía que ahí moría el milagro blaugrana.
Pero la historia no estaba escrita, faltaban emociones y desgracias por contar.
Los 11 en el campo del Barcelona y las decenas de miles de fanáticos en el Camp Nou empujaron para buscar tres goles.
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