Como consecuencia de las políticas erráticas del gobierno federal, el campo sinaloense está siendo desmantelado y gran parte de la maquinaria está quedando en el abandono, debido a que no existen programas que permitan acceder a recursos para la rehabilitación de aparatos e implementos agrícolas, según expuso el coordinador del CAP Agustín Espinoza.
Señaló que los programas que abre el gobierno federal para renovar la maquinaria agricola y pecuaria tienen recursos limitados y las reglas de operación no permiten que el grueso de los pequeños productores puedan ser sujetos de este tipo de apoyos, lo cual los deja en desventaja en competitividad.
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