El mapa fue encontrado por constructores cuando realizaban una remodelación en el inmueble, se sospecha que estaba oculto en la chimenea para evitar corrientes de aire, en su interior tenía semillas y restos de insectos, y había sido un nido de roedores o aves.
La pieza impresa a partir de placas de cobre en ocho secciones y pegado sobre soporte de lino, es muy parecido a los mapas que cuelgan en las pinturas de Vermeer.
El mapa Nova Totius Terrarum Orbis Tabula fue realizado por el catógrafo Gerald Valck y fue probablemente publicado en Londres por George WIldey alrededor de 1690.
Cuando se descubrió, se lo entregaron a un profesor de geografía, siendo él quien donó la pieza a la Biblioteca Nacional de Escocia.
El mapa restaurado tuvo daños irreparables, casi la mitad se perdió, también fue digitalizado y será exhibido por seis semanas en Edimburgo.
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