Con más corazón que recursos trabajan los bomberos de Culiacán.
No importa la clase social, emergencia, raza, partido político o condición, ayudan a salvar vidas.
Durante el incendio a una plaza se enfrentaron a temperaturas superiores a mil grados centígrados, suficientes para doblar la estructura del techo.
Resistieron un calor peligroso con un equipo de segunda mano, con trajes provenientes de donaciones, con equipos de respiración autónoma que no estrenaron.
Recibieron ayuda de otros cuerpos de bomberos de otros municipios que al igual que ellos tienen carencias, pero ante la indiferencia gubernamental y a falta de apoyos se llevaron el reconocimiento y aplauso de la sociedad por su heroica labor.