Quienes tengan a una de estas adorables criaturas en su casa, saben que es verdad y también conocen los riesgos de dejar regados los zapatos o peor… un cigarro de marihuana. Lo último es un caso bastante raro pero no imposible, ya que ocurrió hace poco con canino de un año llamado Gunnar.

Mientras la dueña Chole O’Neil lo sacaba a dar la vuelta por un parque, el muchacho decidió realizar su rutina diaria de oler cosas (entre ellas, traseros de otros perros), hacer pipí por todas partes y jugar un poco.
Todo iba bien hasta que se topó con un extraño objeto cuyo olor único le provocó mucha curiosidad.
Esta cosa era, en efecto, un cigarro que algún sujeto distraído tiró mientras pasaba por ahí, olvidándolo tal vez por los peculiares efectos que éste causa en el cuerpo humano.
Como acto siguiente, nuestro perruno amigo se acerca, lo huele y finalmente se lo traga de un bocado, sin saber que pronto iba a vivir la experiencia más extraña y quizá la más desagradable en su vida.
Al ver lo que había pasado, Chloe intentó revisar el hocico de Gunnar para evitar que se intoxicara, pero ya era demasiado tarde.
Su siguiente acción fue llevarlo al veterinario para obtener la opinión de algún experto y eso es lo que nos lleva a mostrarles lo que ocurrió en la sala de espera.
not everyday ur dogs stoned cos he ate a joint while out his walk and gets taken to doggy hospital ahahahhah pic.twitter.com/rB3oEInLpU
— Chloe O'Neill (@Chloeoneill0) 30 de marzo de 2017
También les puede interesar: