La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no quedó satisfecho con los dos jets de lujos comprados hace dos años: un Challenger 605 con un valor de 27.5 millones de dólares y un Gulfstream G-150 con costo de 37.7 millones de dólares, ahora quieren uno más.
Los argumentos dados para adquirir una nueva aeronave es que el nuevo avión es necesario para trasladar a "funcionarios de alto nivel" y tendría un costo total de mil 450 millones de pesos.
Información publicada en el diario Reforma señala que la nueva aeronave sería asignada a la Unidad Especializada de Transporte del Alto Mando, la cual controla las aeronaves al servicio titular de la Sedena, el general Salvador Cienfuegos, así como el resto de los altos funcionarios de la dependencia.
"La flota de activos con que actualmente se cuenta para atender las necesidades de transporte aéreo de personal, se encuentra en comodato y comisionada lo que repercute en la operatividad y disponibilidad en las unidades a las que fueron asignadas y que se refleja en un detrimento de su disponibilidad para las operaciones que deberían realizar", argumenta la Fuerza Aérea.
Dicha proyecto de adquisición ya fue enviado a mediados de marzo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), donde la Fuerza Aérea Mexicana no identificó la marca o modelo del "activo" pero sí informó que tiene un costo de 36 millones de dólares (696 millones de pesos aproximadamente), esto sin sumar los intereses por el pago de anualidades hasta 2032, más 270 millones para su mantenimiento.
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