Isabella Nicola de 10 años de edad, quería tocar le violín pero había nacido sin la mano izquierda y con un antebrazo muy corto.
Aún con dificultades su profesor de música de su escuela primaria en el condado de Fairfax, le construyó una prótesis que le permitiera mover el arco con el brazo izquierdo y tocar las cuerdas con la mano derecha, pero la prótesis era pesada, necesitaba una mejor idea.
El profesor de Isabella pensó en ABdul Gouda y sus compañeros de clase de la Universidad George Mason, quienes tenía que realizar un proyecto para graduarse, y sabía que el caso de Isabella los motivaría
El equipo de estudiantes desarrollaron varios prototipos a o largo de un año, reclutaron también a una profesora de música de Mason, Elizabeth Adams, que los orientó también sobre lo que necesitaría Isabella para tocar el violín con elegancia.
Después de que Isabella se probará la prótesis, la joven violinista tocó algunas escalas y compases del "Himno de la Alegría" de Beethoven.
La prótesis color rosa fucsia, fue construida en una impresora 3D, agregando el texto "accesorio de Isabella" escrito en el antebrazo.
Como extra agregaron un accesorio intercambiable que le permitiría sostener un manillar y montar en bicicleta.
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