Es imposible contestar con precisión, no sólo porque el “hubiera” no existe sino porque para si quiera imaginarlo tendríamos que partir de lo que actualmente conocemos de la civilización azteca antes de la conquista: una historia en la que no podemos confiar, porque como toda la historia del mundo ha sido escrito por los vencedores.
Para entender por qué los libros de historia hablan maravillas de Tenochtitlán como ciudad pero pintan a los aztecas como una sociedad completamente salvaje e incivilizada basta entender que la historia de la Conquista de México fue escrita en occidente, donde la realidad prehispánica nunca se reflejó como tal.
“Se construyó un imaginario para legitimar la conquista en términos teológicos, porque España era el nuevo pueblo elegido”, dijo el doctor Gerardo Galindo, de la Universidad Veracruzana, en una entrevista para la revista Proceso.
“¿Qué quiere decir emperador?, jefe de toda la cristiandad. Es el Papa el que confiere ese don, el emperador es el representante de Dios en la Tierra después de él. No es cualquier título”.
Así para siquiera imaginar que hubiera sido de México sin España, hay que remover entonces el elemento religioso y ahí tenemos nuestra primera respuesta: hubiéramos continuado con una religión politeísta y totémica, lo cual quiere decir que el catolicismo no sería la religión principal en el País, y por lo tanto muchas de nuestras actuales tradiciones no existirían, como el “Día de Muertos”, el cual si bien tiene su origen en tradiciones indígenas no se expresaría de la forma en que se hace actualmente, ya que al ser la religión católica el principal instrumento de la conquista al tomar aspectos de las creencias indígenas y manipularlos al margen del catolicismo.
Si vamos a adentrarnos a esta fantasía del hubiera, entonces también hay que considerar los aspectos positivos que los españoles trajeron consigo, múltiples razas de animales y alimentos no existirían en la actualidad en nuestro país. Y lo mismo con respecto a las aportaciones de México al mundo, así es… olvídense del chocolate, nadie más gozaría de su delicioso sabor. ¿Tacos y palomitas? Tampoco podrían ser las principales golosinas en los cines de occidente.
Podemos imaginar lo que queramos: que seríamos un país más rico porque no nos hubieran robado tanto (aunque para los aztecas no tenía el mismo valor que para occidente era más bien un elemento decorativo y lo usaban de manera desmesurada), o que seríamos unos incultos salvajes (aunque hay pruebas de que la civilización azteca era muy inteligente y con una gran visión arquitectónica).
Los ataques a Tenochtitlán se dieron entre el 29 de abril de 1521 al 13 de agosto del mismo año. fue el día más triste para los mexicas. Ese día, su Cuauhtémoc fue capturado por los invasores y llevado ante Hernán Cortés. Sin embargo, la realidad es que de no haber sido conquistados por los españoles lo hubiésemos sido por lo ingleses, franceses u holandeses, aunque definitivamente habría sido un proceso mucho más largo.
Debido a nuestros increíbles recursos naturales, el tamaño del territorio mexicano y su ubicación, nuestro país era casi como un imán para que lo conquistaran. Era algo que tarde o temprano iba a suceder debido al pensamiento expansionista de Europa y su superioridad tecnológica.
Sé lo que están pensando “de seguro habríamos estado mejor si no hubieran conquistado los ingleses como en Estados Unidos”, pueeees… en este universo lleno de “hubieras” que nos estamos planteando me atrevo a decir que eso no es verdad.
Supongamos que, después de muchos muchos años, los ingleses lograron conquistarnos (ya que sin la religión católica definitivamente hubiese sido un proceso más difícil. Tal como lo dice el escritor Jorge Ibargüengoitia, en un artículo para la revista Algarabia “el protestantismo es una religión con la que no se conquista a nadie. No es vistosa y no propone la obediencia como virtud”), el esquema de colonización inglés no incluía el mestizaje, ya que viajaban en familias para repoblar los nuevos territorios. Se trataba más bien de una masacre, en la que se pretendía exterminar lo más posible a la población indígena para después reemplazar los trabajos forzosos mediamente la importación de esclavos negros.
¿Aún crees que nos iría mejor? Según Ibargüengoitia, el hecho de que los españoles llegaran solteros fue un elemento que formó a la nación que conocemos, pues los obligó a convivir con la comunidad indígena por necesidad para su supervivencia.
“Un hombre casado tiene menos necesidad de fraternizar con los nativos que un soltero. Hace su casa, siembra, ordeña la vaca y mata al que se le pone enfrente, o lo matan si son demasiados”, explicó en su columna en la revista. “Un soltero, en cambio, necesita que le hagan la comida y la cama. Su supervivencia estriba en establecerse como ‘pachá’ y vivir rodeado de nativos que le hagan los mandados”.
A casi 500 años de la conquista, la realidad es que podemos plantearnos y replantearnos estas preguntas, podemos tratar de reescribir la historia en nuestra imaginación, pero lo que no podemos hacer es darle la espalda a lo que somos. Por que para empezar, ni siquiera seríamos considerados “mexicanos”, ya que ese término se utilizó por primera vez en la obra “Historia Antigua”, de Francisco Javier Clavijero.
Entonces la verdadera pregunta es ¿puedes imaginarte siendo otra cosa que no sea mexicano? Yo no.
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