Esta es una historia triste, no les voy a mentir, pero a la vez llena de amor, inocencia y fortaleza. Así que sigan leyendo porque a pesar de que tal vez hayan escuchado o leído historias similares, cada niño que nos abandona nos deja una lección que aprender, y la de Nolan es sin duda una que no quieres perderte.
A sus cuatro años, Nolan perdió el 4 de febrero la batalla contra una rara forma de cáncer conocida como Rabdomiosarcoma, el cual afecta los tejidos blandos del cuerpo y se detecta principalmente en niños. Durante todo su tratamiento, Ruth documentó muestras de apoyo a su hijo en su Facebook, al mismo tiempo que inició la campaña #NolanStrong para recabar fondos para encontrar una cura a la enfermedad y realizar actividades para motivar tanto a su hijo como otros niños con cáncer.
Dos meses después de la partida de Nolan, Ruth decidió compartir en su página de Facebook NolanStrong cómo fueron las últimas 36 horas con su hijo, incluyendo sus últimas palabras. El mensaje es verdaderamente emotivo, uno piensa que como padres su trabajo es proteger a sus hijos, pero lo que uno ignora es que el amor de ellos es igual de grande y que a pesar de que no comprendan algunas situaciones, están conscientes del sufrimiento que viven otros y buscan impedirlo de cualquier forma.
La siguiente conversación sucedió el 1 de febrero una vez que el equipo médico le comunicó a Ruth que el cáncer había hecho metástasis hasta los pulmones y que se había vuelto inmune a cualquier tratamiento, por lo que lo único que quedaba por hacer era hacer sentir al pequeño cómodo en lo que serían sus últimas horas vida.
Ruth: Poot (apodo de cariño), te duele respirar, ¿verdad?
Nolan: Pueeees… sí.
Ruth: ¿Te duele mucho verdad bebé?
Nolan: Sí (dijo mirando hacia abajo).
Ruth: Poot, esto del cáncer apesta. Ya no tienes que seguir luchando.
Nolan: ¿No tengo? (dijo con rostro de felicidad), pero lo haré por ti mami.
Ruth: ¡No Poot! ¿Es eso lo que has estado haciendo? ¿Luchando por mami?
Nolan: Pueees, daaa.
Ruth: Nolan Ray, ¿cuál es el trabajo de mami?
Nolan: Mantenerme a salvo.
Ruth: Cariño… ya no puedo hacer eso aquí. La única forma de mantenerte a salvo es en el cielo (dijo con el corazón hecho pedazos)
Nolan: Así queee… Entonces iré al cielo y jugaré hasta que tu llegues ahí. ¿Tu también vendrás verdad?
Ruth: ¡Por supuesto! No de puedes deshacer de mami tan fácilmente.
Los siguientes días Nolan se fue debilitando más y más, mientras Ruth se encargaba de los preparativos finales para despedirse de él.
“No les puedo explicar lo que se siente firmar una orden de respuesta de emergencia de “No resucitar” para tu angelical hijo”, escribió.
Ella pretendía llevarse a Nolan a su casa para pasar ahí sus últimos días, o tal vez horas, pero al ver a su madre envuelta en llanto empacando sus cosas el pequeño sugirió mejor quedarse en el hospital.
“Mi héroe de 4 años estaba tratando de asegurarse que las cosas fueran más fácil para mí”.
Entre sus horas de sueño, Nolan dedicó sus últimas energías a ser un niño: a jugar con mamá, ver Pepa Pig, pero también deseaba poner su asuntos en orden así que le pidió a Ruth hacer un testamento, en el que detallaba cómo deseaba que fuera su funeral y a quién le dejaría diferentes juguetes favoritos.
“Le pregunté si quería que las personas estuvieran felices o tristes en su funeral y me miró confundido antes de responder ‘felices, ¿por qué alguien habría de estar triste?”, comentó Ruth en una entrevista a CNN.
A las 9:00 pm del 4 de febrero Ruth le pidió permiso a su pequeño para tomar una ducha, ya que no se había separado de él en días. Él accedió y dijo que estaría esperando mirando la puerta del baño; meses antes de que Nolan llegara al hospital se había vuelto costumbre de él estar 24 horas junto a su madre, tanto que mientras ella
se bañaba solía esperarla acostado en el tapete afuera de la regadera.
Ruth juró que serían sólo dos minutos, se apresuró lo más que pudo, pero al salir se encontró con lágrimas y lo que más temía: Nolan había caído en coma, desconsolada se sentó a su lado y puso su mano en su mejilla.
En ese momento, el pequeño abrió los ojos de manera pesada y con sus últimas energías miró a Ruth y casi como un suspiro logró decir “Te amo mami”… a las 11:54 pm Nolan Scully murió mientras su madre cantaba “You are My Sunshine” en su oreja y lo abrazaba.
Nolan deseaba ser policía y de hecho días antes de fallecer fue visitado por algunos oficiales, quienes lo nombraron “sargento” y le concedieron su uniforme. Así que era de esperarse que el pequeño decidiera que quería ser recordado de esa forma.
El recorrido funerario fue transmitido en vivo por la policía de Washington y constó de una caravana de patrullas de policías y bomberos que acompañaron el cuerpo del pequeño sargento.
La publicación de Ruth en su página de Facebook ha alcanzado ya a 1 millón de personas, ha sido compartida 642 mil 272 veces y cuenta con 156 mil 781 comentarios. La muerte de ningún niño debe pasar desapercibida, es una risa menos que ilumina el mundo, pero estoy segura que desde la distancia Nolan sonríe y juega, mientras espera a que su mamá lo acompañe. Tal y como acordaron.
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