No cabe duda que Donald Trump es un presidente bastante peculiar: es el primer presidente de Estados Unidos que no cuenta con experiencia de gobierno o militar, también es el primero en conservar su imperio empresarial y además es el hombre más viejo en asumir el cargo.
Si a todo esto le agregamos su impopularidad y conducta impulsiva, no es de extrañarse que el periodista Evan Osnos revise en su artículo “How Trump Could Get Fired” (Cómo Trump podría ser despedido), publicado en la revista The New Yorker, las posibilidad legales para la revocación del mandato presidencial al magnate.
De acuerdo con Osnos, el índice de aprobación de Trump es de apenas 40%, es decir el más bajo registrado en la historia para un presidente recién elegido. Esto por sí solo ya es un problema, pues no se puede gobernar una nación sin el respaldo de la mayoría de sus ciudadanos, pero a niveles políticos es aún peor pues ha tenido un
impacto directo en la popularidad del partido republicano, pues de enero a abril la percepción positiva hacia el partido ha caído siete puntos, a un total también de 40%, según el Pew Research Center.
Además, entre octubre y marzo la Oficina de Ética Gubernamental recibió más de 39.000 consultas públicas y quejas, un aumento del 5 mil% con respecto al mismo período al inicio de la Administración Obama, señala el periodista.
"Nadie ocupa la Casa Blanca sin críticas, pero Trump está asediado por dudas de un orden diferente, centrado en la discusión abierta, específica y, a veces bipartidista, de si se verá envuelto por cualquiera de los innumerables problemas antes de que haya cumplido un sólo mandato – y sí esto sucede, cómo podría ser removido del cargo”, reflexiona Osnos.
La impopularidad de Trump está relacionada también a la falta de experiencia de su gabinete, especialmente al involucramiento de su hija Ivanka Trump y su esposo, Jared Kushner, quienes representan un fuerte conflicto de intereses con sus negocios privados.
Y es que, según Jerry Taylor, presidente del Nikskanen Center, un think tank liberal, el Presidente Trump está gobernando de la misma forma que lo hace un dictador de una “república bananera” del tercer mundo.
“La realidad es que está gobernando como si fuera presidente de un país tercermundista: el poder se mantiene en la familia y leales incompetentes cuya única carta es el hecho de que Donald Trump confía en ellos, no el que tengan experiencia alguna”, expresó Taylor.
En este sentido, el periodista hace un análisis de los dos recursos que pudieran ser utilizados para remover a Trump del caso: la Enmienda 25 o un juicio político por violaciones a la Constitución.
El primer caso sugiere una destitución por incapacidad mental. De acuerdo con el analista, más de 53 mil profesionales de la salud mental han firmado una petición en la que aseguran que Trump manifiesta una grave enfermedad mental que le hace psicológicamente incapaz de desempeñar completamente sus funciones de presidente.
Sin embargo, existe algo llamado la regla Goldwater, en nombre del candidato presidencial Barry Goldwater, la cual señala que la Asociación Americana de Psiquiatría considera no ético que psiquiatras brinden una opinión profesional respecto al estado mental de una figura pública a la cual no han examinado en persona y la cual no ha dado su consentimiento para discutir su salud mental, como sucedió en el caso de Goldwater a quien calificaron como no apto para el deber presidencial.
La única forma de sobrepasar esta regla es reemplazándola con el más alto compromiso ético de psiquiatra “el deber de advertir cuando una persona se ha convertido en un riesgo para si misma u otros”.
“Trump va a encarar desafíos de personas que no van a ceder ante su voluntad. Y si tienes a un presidente que toma este tipo de cosas como un ataque personal, lo cual es el caso, y explota en un estado de rabia paranoico, así es como se inicia una guerra”, dijo Lance Dodes, un profesor retirado de psiquiatría de la Escuela de Medicina de Harvard, para The New Yorker.
Por lo tanto, la idea de la aplicación de la Enmienda 25 no es tan alocada, académicos consideran que es una herramienta factible aunque consideran que no como un recurso inmediato sino más bien de largo plazo, posiblemente antes del 2020.
En cuanto al juicio político, no se trata de un hecho insólito aunque nunca ha desencadenado en una revocación del cargo. El primer presidente estadounidense sometido a un juicio político fue Andrew Johnson, sucesor de Abraham Lincoln cuando éste fue asesinado en 1865 a quien se le acusó de destituir al secretario de Guerra sin la aprobación del Senado. Johnson consiguió salvar su cargo, pero por un sólo voto. El segundo caso fue Bill Clinton, quien fue juzgado por perjurio y obstrucción de la justicia por el caso Lewinsky, pero fue absuelto.
En el caso de Trump, la inconstitucionalidad podría estar relacionada a su presunta relación con el Kremlin, pues desde antes de su llegada a la Casa Blanca el FBI investiga a sus colaboradores por colusión con el gobierno ruso.
Además, el grupo Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW) interpuso una demanda federal acusando a Trump de violar la clausula de la Constitución que restringe a los titulares de cargos de recibir regalos y favores de intereses extranjeros. Esto debido a que el Trump International Hotel, ubicado a una milla de la Casa Blanca, ha sido el punto de reunión de dignatarios extranjeros quienes se hospedan ahí como una muestra de respeto al presidente.
Con todo esto, William Kristol, quien trabajó como jefe de personal del vicepresidente Dan Quayle bajo la presidencia de George H. W. Bush, cree que ha habido un cambio razonable en la visión sobre la destitución de Trump.
"Hay entre un 1 % y un 50% [de posibilidades de que sea revocado]. Es algún porcentaje, lo cual quiere decir que no se trata de nada", señala en el artículo.
Ambos recursos son legales; sin embargo en 228 años sólo un presidente ha renunciado, dos han sido llevado a juicio pero no han perdido el cargo, y 8 han muerto antes de terminar su administración, por lo que las probabilidades de que Trump salga antes de por lo menos un primer termino son remotas.
También te puede interesar:
