El Ministerio de Medio Ambiente publicó el sábado 6 de abril un decreto que establece que los parques acuáticos no podrán adquirir nuevos animales ni criarlos, sino solo mantener a los que tienen con unas normas más estrictas.
El decreto, que sustituye a otro de 1981, obliga a los parques a aumentar el espacio de los estanques en un 150 por ciento para poner una mayor distancia entre los animales y los visitantes; prohíbe el uso de cloro para tratar el agua, el contacto directo entre el público y los animales, así como el nado de personas con estas especies. Los establecimientos tienen seis meses para adaptarse a las nuevas normas, y hasta tres años para expandir sus estanques.
De acuerdo con el periódico español El País, esta medida ha provocado el enojo del director del mayor parque de atracciones marinas de Europa, Marineland d’Antibes, Jon Kershaw, que la consideró como "una bomba" para este tipo de establecimientos.
Actualmente existen 62 orcas en cautiverio en al menos 14 parques marinos en 8 países diferentes, de las cuales 28 fueron capturadas y 34 nacieron en cautiverio; así como más de 3 mil delfines, según la organización Whales and Dolphins Conservation.
En Marinelad d’Antibes, el mayor parque en Francia, existen actualmente con cuatro orcas (Inouk, Wikie, Moana y Keijo), todas nacidas en cautiverio. Moana es hija de Wikie y la famosa orca macho Ulises, quien fue capturado en los 80’s y vivió gran parte de su vida en el parque Zoo, en Barcelona; actualmente se encuentra en SeaWorld San Diego. Por otro lado, Keijo también es hija de Wikie, producto de endogamia entre ella y su hermano Valentín, quien murió en el 2015 en el parque francés debido a que tras una inundación, el sistema de filtración se vio afectado y la calidad de agua se desplomó. Esta práctica es una de las razones por las que las orcas en cautiverio es altamente criticada, pues las crías producto de endogamia son propensas a padecer de una serie de trastornos genéticos.
Con esta nueva ley, Francia se une a Chile (2005) y al estado de California (2014), los cuales legalmente han puesto trabas a los parques acuáticos para evitar que la reproducción y captura de dichas especies se utilice de manera recreativa, violando sus derechos animales.
En el 2016, tras una pesadilla de relaciones públicas que inició con el lanzamiento del documental “Blackfish” en el 2013, la empresa SeaWorld anunció el fin de su programa de cría de orcas y espectáculos con la especie tal y como se conocían hasta ese entonces.
Este abril nació la última orca en cautiverio en el parque de San Antonio, Texas, su madre, Takara, que tiene 25 años y nació en cautiverio en San Diego ya estaba embarazada cuando SeaWorld tomó la decisión de suspender el programa.
De momento las orcas de SeaWorld permanecerán en las instalaciones de Orlando (Florida), San Antonio (Texas) y San Diego (California), donde los antiguos espectáculos han pasado a denominarse “encuentros”, dedicados a la educación ambiental, la investigación y conservación de estos mamíferos bajo la batuta de la organización Humane Society.
La clausura de estos programas de reproducción es una victoria significativa ya que representa el fin del cautiverio para nuevos especímenes. Sin embargo debido a que las orcas criadas en parques no cuentan con las habilidades necesarias para adaptarse a su ambiente natural, no pueden ser liberadas, por lo que están condenadas a vivir el resto de sus vidas en tanques, lo cual no son pocos años pues son animales longevos.
De acuerdo con datos de Whale and Dolphin Conservation, al menos 156 orcas han sido capturadas desde 1961 con fines recreativos y alrededor de 164 han muerto en cautiverio, sin contar unos 30 abortos y nacimientos muertos.
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