1. La carne de res
La carne de res necesita una cantidad de recursos bastante elevada para su producción. Las vacas utilizan 28 veces más tierra y 11 veces más agua que la carne de cerdo o de pollo. A parte de esto, existen diversos informes que demuestran que son las responsables del 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero debido a sus heces y gases intestinales. Según las investigaciones, minimizar el consumo de carne de vacuno mitigaría los costes medioambientales. Estoy seguro de que esta noticia hará feliz a las vacas.
2. Atún
Este tipo de pescado ha sido tan sobreexplotado que ya no se pueden reproducir los suficientemente rápido como para mantener su población estable. Según National Geographic, el método de pesca que se usa para el atún rojo a menudo captura también otras especies no deseadas y en peligro de extinción como tortugas marinas, tiburones e incluso algunas aves. El periodista Jonathan Gold dijo hace poco “Si no dejamos de comer este pez ahora, dentro de unos pocos años no podremos consumirlo porque ya no habrá más”
3. Arroz
El arroz puede parecer sencillo de cultivar e inocuo, pero se estima que el 11% de las emisiones de metano se deben a su cultivo. Este compuesto es un gas de efecto invernadero con un impacto 30 veces más potente que el dióxido de carbono. Para mantenerlo se utiliza casi un tercio del agua dulce de nuestro planeta.
4. Jarabe de Maíz
El maíz recibe muchas ayudas en Estados Unidos que mantienen su precio siempre a la baja, por lo que se convierte en un cultivo altamente rentable. El jarabe de maíz se convierte pues, en uno de los edulcorantes más baratos que existen por lo que es altamente demandado como sustituto del azúcar. Estos cultivos tienen el problema de que agotan rápidamente los nutrientes del suelo y a su vez necesitan una mayor cantidad de pesticidas y fertilizantes, por lo que debilitan y contaminan velozmente el suelo de las zonas donde ha sido generados.
5. Cordero
Los corderos son unos animales muy bonitos, pero no es solo por eso por lo que te recomendamos que no lo consumas. La cría de la oveja produce mucha menos carne que una adulta, pero sus emisiones de gases de efecto invernadero llegan a superar a las de las vacas en 1/4 parte.
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