Don Agustín Valenzuela González disfruta plenamente tejiendo atarrayas.
Todos los días lo encontramos en Barrancos en un área verde ubicada en Paseo de los Ganaderos entre Benjamín Hill y Fernando Cuén, llega muy temprano con todo lo necesario, cuida el lugar, lo limpia para posteriormente continuar con su tarea.
Está desde las 7 y media de la mañana a 5 de la tarde, ahora solo hace 2 atarrayas a la semana.
El señor Agustín Valenzuela comenta que él se enseñó a tejer atarrayas mirando a su papá, pero también porque fue pescador por muchos años.
Eso le da la experiencia y la certeza de que lo que está haciendo es de calidad, y cumplen con las expectativas del cliente.
Cada atarraya cuesta mil 100 pesos, Don Agustín no se cansa de tejer, al contrario eso lo relaja pero también le da energía para seguir.
Y así va a continuar hasta que pueda dice, hasta que sus manos le duelan y sus ojos estén cansados para tejer minuciosamente.
También te puede interesar: