La niña Fátima Monserrat, de siete años de edad, fue dada de alta después de permanecer nueve días hospitalizada por el golpe que recibió en la cabeza luego de caer de un inflable que voló a causa de un torbellino en San Luis Potosí.
La neuróloga pediatra Verónica Montserrat Campos Guevara descartó secuelas a corto plazo a causa de las lesiones, su lenguaje es fluido y puede comer con normalidad, pero deberá valorarse su aprendizaje.
Asimismo comentó que la paciente recibirá tratamiento psicológico por el impacto emocional derivado del accidente.
Su padre Felipe de Jesús Palomares Herrera, convocó a rueda de prensa en el Hospital Ángeles, para señalar que el estado de salud de la menor es óptimo y la comunidad médica que la atendía decidió darle el alta.
“Quiero agradecer a todo México, gracias a sus oraciones, por ello mi hija vive, por el apoyo económico que me dieron salí adelante, yo no hubiera podido hacerlo solo”, dijo el acongojado padre.
Luego de que en días pasados había señalado que no entraría en confrontación con los dueños del salón de juegos infantil, que no colocaron las correctas medidas de seguridad en los inflables, donde varios niños se encontraban jugando y que tras un fuerte viento fueron arrastrados y luego volaron sobre una barda; ahora pide que por lo menos se les regularice y se apliquen medidas de seguridad para evitar que ocurran más hechos de este tipo.
“Esto crea un antecedente importante para regularizar estas formas de trabajar de estas personas, espero que no quede impune, que realmente se haga algo”.