Según investigadores de la Universidad de California en Berkeley en Estados Unidos, señalan que oler la comida también en gorda, ya que representa un factor crucial para que el cuerpo almacene las calorías que ingerimos.
¿Cómo llegaron a esta nueva conclusión? Según RT Noticias, Los científicos llevaron a cabo una serie de experimentos en ratones, que aparecen descritos en el artículo publicado en la página web de la universidad. Primero, los investigadores manipularon genéticamente roedores para reducir sus capacidades olfativas y los alimentaron con comidas ricas en grasa para comparar su evolución con la de otros ratones que siguieron la misma dieta.
Tres semanas después, los científicos se llevaron una gran sorpresa cuando al analizar el peso de los dos grupos, vieron que los ratones con capacidades olfativas reducidas incrementaron solo un 20% su peso, mientras que los oros doblaron su masa corporal y ganaron hasta un 100% de peso.
Sus conclusiones apuntan a una conexión entre el sistema olfativo y las regiones del cerebro que regulan el metabolismo, en particular el hipotálamo, aunque gran parte de los mecanismos de estos circuitos neuronales siguen siendo todavía desconocidos.
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