Durante décadas las niñas han crecido con los estereotipos que sus muñecas les dictan. Barbie siempre ha sido rubia, alta, delgada y de ojos claros, y cuando Mattel u otras marcas han introducido versiones de distintas nacionalidades o tonos de piel, tristemente han sido percibidas como menos bellas que la muñeca blanca original.
Además, jugar con muñecas siempre ha sido considerado “cosa de niñas”, y cuando un pequeño siente afición por uno de estos juguetes muchas veces es señalado de tener tendencias homosexuales, a tal grado que algunos padres no los dejan jugar con muñecas.
Tomando todo esto en cuenta, la compañía American Girl se ha propuesto romper con los esquemas de belleza haciendo muñecas con cuerpos adaptados a la realidad y padecen problemas reales, como diabetes, pequeña estatura, o sobrepeso, además de tener distintos estilos, color y fisonomías faciales sin caer en estereotipos.
La aceptación del público ha sido tal, que incluso se ha creado la primera muñeca sin cabello o hasta en silla de ruedas en casos personalizados. Y ahora, American Girl, presenta al primer muñeco niño, para hacerle ver a los padres de familia que “no es sólo cosa de niñas”.
“Mi nieto ha estado esperando por un muñeco niño. Sus hermanas juegan con sus juguetes de ‘niño’ y a él le gusta uníseles en fiestas de té, etc, pero ese muñeco Ken simplemente no funciona. Gracias”, dice uno de los comentarios en la página oficial de la compañía de juguetes.
Logan Everett, como fue bautizado, no para nada como el Ken que todos conocemos como pareja de Barbie. Es un niño de cabello castaño, supuestamente procedente de Nashville, Tennessee y que toca la batería en un grupo junto con otra de las muñecas de la línea Tenney Grant.
“Esperamos que Logan sea atractivo para las niñas y los niños… en cuanto a los niños, sabemos que Logan puede conectarse con ellos y darles algo con lo que se puedan identificar”, expresa Stephanie Spanos, portavoz de la compañía en un comunicado.
Los estereotipos comienzan a romperse, esperemos que esto ayude a niños y niñas a crecer amando sus cuerpos y les ayude a construir una autoestima sana durante su desarrollo, para que al llegar a la madurez sea hombres y mujeres seguros de sí mismos, capaces de celebrar las diferencias entre unos y otros, y no señalarlas.
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