Los padres del bebé inglés Charlie Gard, quien padece una rara enfermedad terminal, anunciaron su decisión de abandonar su batalla legal para llevar a su hijo a Estados Unidos y someterlo a un tratamiento experimental.
El bebé de casi un año padece una enfermedad genética llamada síndrome de depleción del ADN mitocondrial, la cual le provocó un daño cerebral irreversible, afectó su oído y vista, y le impide moverse, e incluso respirar, por lo que desde hace meses Charlie está conectado a una máquina que lo ha mantenido vivo mientras sus padres buscaban una alternativa para mejorar su condición.
Sin embargo, el 24 de julio sus padres, Chris Gard y Connie Yates, aceptaron finalmente lo que los médicos del hospital infantil londinense Great Ormond Street, considerado el más antiguo de Inglaterra, han estado peleando en la corte: el derecho de darle a Charlie una muerte digna y desconectarlo del soporte de vida, informó la cadena británica BBC.
La extraña condición del bebé, la cual únicamente padecen 17 niños en todo el mundo, es considerada irreversible y aunque sus padres en un principio sostenían que el pequeño no estaba sufriendo, ahora han llegado a término con la idea de que lo mejor para Charlie es dejarlo ir.
De acuerdo con la BBC, la decisión llegó después de que Michio Hirano, el médico estadounidense que ofrecía una terapia experimental en Nueva York para Charlie, dijera que era demasiado tarde para tratarlo.
"Se confirmó la peor pesadilla de los padres", dijo Grant Armstrong, abogado de la pareja, según la cadena británica.
Agregó que ahora están preparados para aceptar que Charlie reciba cuidados paliativos y se le permita morir en paz y sin más sufrimiento.
También te puede interesar:
