Las náuseas y vómito ocasionados por la anestesia después de una operación pueden reducirse en un cincuenta por ciento, si al paciente se le hace una valoración médica antes, si se atiende el ayuno de 8 horas previas a la intervención y si se administran de manera adecuada ciertos medicamentos, expresó María Fernanda Martínez Reyes, Anestesióloga del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
La especialista dijo que las náuseas y vómito posoperatorios son una complicación frecuente en la práctica anestésica, sin embargo, en las mujeres se presenta con mayor prevalencia y más si se trata de operaciones abdominales o de la especialidad de otorrinolaringología.
Destacó que existen factores de riesgo que se relacionan a una mayor generación de malestar luego de una anestesia, como es el uso de medicamentos opioides para evitar el dolor durante la cirugía, así como el hecho de que el paciente sea fumador.
Los síntomas después de las cirugías son frecuentes, y pueden llegar a prolongar la estancia intrahospitalaria del paciente, condicionando la presencia de dolor en el área quirúrgica, deshidratación por pérdida de líquidos, y en casos más complicados la apertura de la herida por el esfuerzo que se realiza al vomitar.
Detalló que afortunadamente, las náuseas y el vómito postoperatorios son prevenibles, ya que hoy en día existen estrategias anestésicas y medicamentos específicos que permiten minimizar el riesgo de que aparezcan, por lo que el anestesiólogo juega un papel fundamental en esto.
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