El Papa Francisco hizo un llamado al gobierno venezolano para poner fin a la violencia en el país. El Vaticano transmitió el mensaje del Santo Padre, llamando a los uniformados de ese país a abstenerse del uso desproporcionado de la fuerza, así como la suspensión de la Asamblea Constituyente impulsada por el Presidente Nicolás Maduro.
A través de un comunicado la Secretaría de Estado de la sede de la Iglesia Católica manifestó su profunda preocupación por la radicalización y sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales.
"La Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al Gobierno, que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, como también de la vigente Constitución", señalan.
"(Además que) se eviten o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente que, más que favorecer la reconciliación y la paz, fomentan una clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro".
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