Imagina una casa llena de muñecas de tamaño real, niñas vestidas con coloridos atuendos de fiesta, mallas y zapatos bien pulidos, algunas con trajes de novia, otras con vestidos de fiesta y sombreros. Todas ellas viéndote, todo el tiempo, en todas partes de la casa, son tantas que se amontonan, haciendo su presencia aún más aterradora.
Esto parece una escena de una película de terror, y podría serlo, sobre todo porque no se trata de ficción sino de un espeluznante caso real, en el que dichas muñecas eran en realidad cuerpos de niñas momificadas.
En el 2011, un hombre fue arrestado en un cementerio en la ciudad de Nizhi Novgorod, en el centro de Rusia, mientras cargaba una bolsa de huesos, al interrogarlo las autoridades notaron su nerviosismo, a pesar de ello lo dejaron ir, pero al encontrar que existía un patrón en una serie de profanaciones a tumbas de niñas en la zona decidieron acudir a su domicilio para cuestionarlo al respecto.
Nunca se imaginaron lo que encontrarían ahí. El hombre, Anatoly Moskvin, de 46 años, había convertido los cuerpos de niñas en muñecas que decoraban todo su hogar, reportó el periódico The Daily Mail.
Las autoridades encontraron 29 cuerpos momificados; sin embargo, el hombre confesó haber robado los cuerpos de al menos 150 niñas, de entre 3 y 12 años, a lo largo de su vida.
Al interrogarlo descubrieron que hasta realizaba fiestas de cumpleaños con los cuerpos, y uno de ellos incluso fue convertido en un “osito de peluche”.
En el lugar fue encontrado también un video filmado por el propio Moskvin en el que recorría la casa documentando las diferentes “muñecas” y haciendo “zoom” a sus rostros, los cuales habían sido cubiertos con máscaras o tela color carne.
Según el Daily Mail, la investigación arrojó que Moskvin recopiló información de las vidas de las pequeñas que desenterró buscando sus nombres en internet y que fue ahí mismo, en la web, donde encontró las instrucciones para crear muñecas de cuerpos humanos.
Tras ser arrestado se le realizaron múltiples exámenes que, obviamente, arrojaron que no se encontraba apto de sus capacidades como para ser llevado a prisión, por lo que se le internó en una clínica psiquiátrica. Irónicamente el ruso era considerado una “eminencia” en cementerios, tanto que era buscado por otros historiadores. Además, su coeficiente intelectual demostró ser superior de los habitual y habla hasta 13 idiomas.
Definitivamente, lo más tétrico que leerás el día de hoy.
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