Las imágenes que los recibieron al volver a su hogar eran como sacadas de una película de terror. Los pisos y paredes estaban bañados en sangre y lo que le resultó más sorprendente a Tristán James Murrin es que Oden, un pastor alemán y mascota de la familia ladró excitado en lugar de saludarlos.
"Nos dimos cuenta de que ocurría algo más cuando entramos, con mi madre y vimos manchas de sangre en el suelo", contó Tristán. "Subimos las escaleras y vimos huellas de sangre en los tramos, hasta el final".
Al parecer el perro atacó a un intruso mientras sus dueños estaban fuera.
El dueño del animal señaló que Oden no es un can típicamente agresivo, aunque sí demostró estar preparado para hacer frente a cualquier intruso que pretende irrumpir en la casa. "Creo que hizo su trabajo. Sabía que ningún desconocido debía estar en casa cuando nosotros no estábamos allí".
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