La Organización Mundial de la Salud considera al acto suicida como un problema de salud pública que puede ser evitado.
El suicidio es un fenómeno que sucede a lo largo del curso de vida; en los jóvenes de 15 a 29 años se trata de la segunda causa de muerte, con 8.5% del total de decesos en este grupo de edad y una tasa de 13.5 suicidios por cada 100 mil jóvenes.
Los suicidios en México presentan una tendencia creciente; según el INEGI entre el año 2000 y 2014, la tasa aumentó de 3.5 a 5.2 por cada 100 mil habitantes.
En el 2014, la tasa de mortalidad masculina por esta causa fue de 8.5 y en mujeres de 2.0 por cada 100 mil, para ambos sexos.
Campeche encabeza la lista de entidades con mayor suicidios (10.2), le sigue Aguascalientes (8.6), Chihuahua (8.4) y Yucatán (8.4), por cada 100 mil habitantes, mientras que Oaxaca (3.4), Morelos (2.8), y Guerrero (2.1), presentan las tasas más bajas, Sinaloa se encuentra con una tasa del 4.5.
47.8% de quienes cometen suicidio eran casados o unidos, seguido de los solteros (41.2 por ciento), un 32.3 por ciento no tenia trabajo.
El ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación se ubica como el principal método utilizado por la población que comete suicidio (78.9 por ciento). Por sexo, el porcentaje corresponde a 80.7% hombres y 71.7% de mujeres. En el caso de los hombres, el disparo con arma es el segundo método más empleado (9.7%); mientras que para las mujeres es el envenenamiento por diversas sustancias (20.6 por ciento). Pero también están las autolesiones, envenenamiento por fármacos, seguido de otras drogas, medicamentos, plaguicidas.
Algunos de los patrones observados en la conducta suicida son: depresión, bipolaridad y esquizofrenia, todo ellos considerados trastornos psiquiátricos. Otra característica del fenómeno de los suicidios es que se presentan mayores tasas de suicidio en hombres, en personas de bajos ingresos, en desempleados y en usuarios de alcohol y drogas .