El presidente de México, Enrique Peña Nieto, elevó hoy a 98 el número de muertos en el terremoto del jueves pasado, y aseguró que estará de manera regular en las zonas devastadas para supervisar el apoyo a los damnificados y los avances en la reconstrucción.
En un acto público celebrado en el central Estado de México, Peña Nieto dijo que "hasta ahora 98 personas han fallecido" en el movimiento telúrico de magnitud 8,2 en la escala de Richter que el 7 de septiembre sacudió el centro y sur del país.
Además, "muchas personas perdieron su patrimonio, perdieron sus casas", otras están "tan deterioradas que habrá que derruirlas", afirmó el mandatario, quien destacó que todo su gabinete está trabajando en Chiapas y Oaxaca, los estados más afectados por el sismo, para atender la población en sus necesidades básicas.
Recordó que se está llevando a cabo un censo de los daños para iniciar "de inmediato" la etapa de reconstrucción, a fin de aliviar a la población.
Peña Nieto reiteró su llamado a los ciudadanos a ser solidarios con la población damnificada de esos dos estados, que pasa "por momento de dolor, de tragedia", así como a la iniciativa privada, sobre todo las constructoras, para que extiendan una "mano generosa" y participen en la reconstrucción.
Peña Nieto aseguró que si se logra formar un gran frente, "muy pronto Chiapas y Oaxaca estarán de pie".
El jefe del Ejecutivo dijo que ha estado y seguirá estando "de manera regular en estas dos entidades para supervisar y evaluar los avances" en el apoyo a la población damnificada.
Además de las 96 víctimas fatales -78 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco-, el terremoto ha dejado cientos de heridos, 2,3 millones de damnificados y más de 50.000 viviendas dañadas.
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