Aunque ahora Irma es depresión tropical, los habitantes de Florida, Carolina del Sur, Georgia y el Caribe deben enfrentar los estragos del mortal ciclón.
Se espera que Irma se debilite aún más a medida que continúa moviéndose hacia el interior.
Una semana después de que el paso del huracán Irma sembró caos y destrucción y dejó al menos 44 muertos en varias islas del Caribe, algunos habitantes siguen sin luz y están cada vez más preocupados porque la comida y el agua comienzan a escasear.
El huracán Irma golpeó un conjunto fragmentado de naciones insulares y territorios asociados de distintas maneras con Francia, Holanda, Estados Unidos y el Reino Unido, y deja ya al menos 44 muertos en todo el Caribe.
“El mayor problema no son los escombros, sino sacar a la gente de la isla porque no tiene ninguna opción para sostenerse”, dijo el fundador del Equipo de Respuesta Inmediata a Desastres Globales Adam Marlatt desde Saint John, que hace parte de las Islas Vírgenes estadounidenses.
Según él, casi el 100% de la capacidad de generación de energía eléctrica quedó dañada o destruida y los cables de red de todas las calles fueron derribados por la fuerza del huracán.