Parece un parque sacado de un pueblo fantasma..un parque que se niega a morir pese a los años y pese al abandono.
En su inicio debió ser un lugar bonito, agradable y sobre todo divertido para los niños que iban a pasear en su bicicleta o patines.
Un lugar ideal para que los adultos los tuvieran vigilados desde estratégicas bancas que custodiaban la explanada.
Han pasado los años y ese lugar que es la puerta de entrada al fraccionamiento Playa Azul, a un costado de la clínica del ISSSTE, lo que un día fue la primera cara de ese asentamiento, la cara agradable se convirtió en un lugar ahora inseguro,
A un costado está la base de los Bomberos Veteranos y ellos son los que se han encargado de que el parquecito no se vea tan mal.
Una de las jardineras la mantienen cuidada..para la otra pidieron apoyo de los vecinos pero no encontraron respuesta. Como tampoco encontraron respuesta cuando les plantearon que para darle vida al parque proponían “revivir” las diez bancas.
Las diez estructuras que ahí están afianzadas al suelo, volver a ponerles madera, el asiento y el respaldo. Que ellos pondrían la mano de obra, la instalación y pintarlas, pero los vecinos no quisieron.
Al quedar a un lado de un edificio abandonado, el parque se ha vuelto inseguro. Incluso los elementos de los bomberos han atrapado a vándalos que se han metido a la antigua guardería del ISSSTE, a robarse lo que pueden, como por ejemplo la tubería de cobre.