Llaman a hacer caso omiso y evitar difundir información que no provenga de fuentes especializadas que trabajan en el monitoreo de las redes sísmicas del país.
La Geóloga Xóchitl Guadalupe Torres Carrillo, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Espacio (FACITE) de la Universidad Autónoma de Sinaloa, dijo que esto con la finalidad de no promover y sembrar el pánico en la población.
Dejó en claro que lo que hay que comprender es que un sismo es un fenómeno natural que desafortunadamente no se puede predecir, ya que la capacidad tecnológica no es lo suficientemente grande para poder anunciar el momento en el que se dará un sismo o terremoto.
Indicó que lo que sí es permisible en una eventualidad, es conocer las zonas posibles donde surgirán estos eventos por sus límites de placas tectónicas principalmente, por lo que recomendó tener una cultura de prevención, hacer caso a las autoridades de lo que informan, realizar simulacros, revisar las estructuras de las viviendas y conocer en qué tipo de terreno están asentadas.
En el caso de México, la zona noroeste que cubre los estados de Sinaloa, Sonora y las Baja California se encuentra afectada por una zona extensional, a diferencia del centro y sur del país, afectados por un límite tectónico compresivo, es decir, donde dos placas convergen, y es ahí donde mayormente se están dando los movimientos tectónicos recientes.
Sobre el hecho de que las alarmas sísmicas no se hayan activado a tiempo, Torres Carrillo aclaró que lo sucedido el 19 de septiembre pasado fue que el epicentro se dio casi por debajo de la Ciudad de México a 120 kilómetros de la capital, lo que llevó a sonar la alarma casi al mismo tiempo del movimiento.
En ese sentido, pidió a la población confiar en el sistema de alarmas sísmicas que tiene México, ya que este es uno de los más avanzados a nivel mundial.
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