"El hecho es que Puerto Rico ha sido destruido por dos huracanes, Deberán tomarse grandes decisiones sobre el coste de su reconstrucción”, declaró Trump en su cuenta de Twitter.
El mandatario afirmó, en otro twit, que el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, está satisfecho con la implicación del Gobierno federal tras la devastación provocada por los huracanes Irma y María.
Más tarde, en un discurso en Washington ante la Asociación Nacional de Manufacturas, Trump reiteró que Puerto Rico está en una situación “nunca” vista antes y que su Gobierno está enviando a la isla a 10,000 empleados federales, entre ellos 5,000 de la Guardia Nacional.
“Estamos estrechamente coordinados” con los gobiernos locales, que “desafortunadamente no son capaces de manejar esta catástrofe por su cuenta”, explicó Trump.
A continuación, el mandatario dijo que, en última instancia, las autoridades de Puerto Rico tendrán que trabajar con el Gobierno federal para determinar “cómo” financiar la reconstrucción y hacer frente a la vez a la “masiva” deuda de la isla.
Afectados por esos ciclones, congresistas en Estados Unidos han acusado a Trump en los últimos días de no dar la suficiente importancia a la situación en Puerto Rico, donde la infraestructura eléctrica ha quedado totalmente destrozada y hay graves problemas de acceso a comida y agua.
Además, también han causado malestar unas declaraciones de Trump en las que sostuvo que parte de los “profundos problemas” que atraviesa la isla, Estado Libre Asociado de Estados Unidos, provienen de su “frágil infraestructura y su deuda masiva”.
Ante las críticas, Trump ha puesto al teniente general Jeffrey Buchanan, con experiencia en desastres naturales, al frente de las operaciones para la recuperación de Puerto Rico.
Por otro lado, el presidente ha dado autorización a barcos extranjeros para que lleven suministros a Puerto Rico para favorecer el abastecimiento.
En concreto, Trump decidió este jueves cancelar temporalmente la aplicación de una ley conocida como “Jones Act”, que determina que solo los barcos estadounidenses con tripulación de Estados Unidos pueden transportar productos entre los puertos marítimos del país.
Trump tiene previsto viajar a Puerto Rico el próximo martes para evaluar sobre el terreno los daños.