Los trabajadores de una pizzería de Liverpool se encontraban cubriendo su turno de la noche cuando llegó un hombre encapuchado a dejar 70 fuegos artificiales prendidos, cerro la puerta del local y se fue. Las cámaras de vigilancia del establecimientos donde se puede ver todo lo ocurrido además del pánico de los trabajadores y agregó “Se lo contamos a la policía porque si no nos habrían invalidado el seguro del local. Los involucrados en el tiroteo debieron ver que le dábamos la caja con la bala a la policía y nos atacaron para hacernos saber que están al corriente de lo que hicimos”.
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