Vaya susto que se llevaron los 520 pasajeros del Airbus A380 de Air France, pues una de sus turbinas explotó en pleno vuelo mientras se encontraban sobre el océano Atlántico donde tuvieron que realizar un aterrizaje forzoso en Labrador, Canadá para reubicar a los pasajeros en un aeropuerto con bastante tráfico para que continuaran lo más pronto posible con su viaje.
I think the engine has seen better days. pic.twitter.com/tAcBE1t0rc
— Daniel McNeely (@DanMcneely) 30 de septiembre de 2017
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