“El vicepresidente (Mike Pence) nunca ha tenido que persuadirme de seguir siendo secretario de Estado porque nunca he considerado abandonar este puesto”, dijo Tillerson en una comparecencia ante la prensa en el Departamento de Estado.
Según informó hoy la cadena NBC News, Pence tuvo que intervenir este verano para calmar a Tillerson y evitar que renunciara, tras meses de tensiones con la Casa Blanca que llevaron al jefe de la diplomacia estadounidense a referirse a Trump como un “idiota”.
Tillerson tachó esa información de “errónea” y la atribuyó a un esfuerzo de “algunos” para “sembrar el disenso para impulsar sus propios objetivos pisando a otros, en un intento de socavar la propia agenda del presidente Trump”.
“No voy a formar parte de ese esfuerzo para dividir a esta Administración”, afirmó Tillerson, quien no quiso contestar a la pregunta de si llegó a llamar “idiota” a Trump por considerar que se trataba de una cuestión “insustancial”.
La información de NBC News, que cita a tres funcionarios familiarizados con el incidente, indica que Tillerson se refirió con ese calificativo a Trump, tras reunirse el 20 de julio en el Pentágono con miembros del equipo de seguridad nacional de la Casa Blanca y funcionarios del gabinete.
Según la cadena, las tensiones entre ambos llegaron a un punto álgido a finales de julio, cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, dio un discurso de marcado tono político ante una reunión de los Boy Scouts, una organización que Tillerson presidió hace años.
Trump cargó hoy en Twitter contra NBC News, a la que tachó de “noticias falsas” y de ser “mucho más deshonesta que CNN”, uno de los medios que más desprecia.
“(NBC) Son una desgracia para el buen periodismo. No hay duda de por qué sus índices de audiencia están tan bajos”, dijo el mandatario, en una aparente reacción al informe sobre Tillerson.
El titular de Exteriores estadounidense, en su comparecencia sorpresa ante los medios, hizo una férrea defensa de la doctrina de política exterior de Trump, que “ha roto el molde de lo que la gente cree que nuestro país puede conseguir”.
“Mi compromiso con el éxito de nuestro presidente y nuestro país es tan fuerte ahora como cuando acepté la oferta de ser secretario de Estado”, aseveró Tillerson.
“Déjenme que les diga lo que he aprendido del presidente. Él ama a este país. Él pone a Estados Unidos y a los estadounidenses primero. Es inteligente, pide resultados a donde quiera que vaya y pide cuentas a aquéllos que están a su alrededor por el trabajo que él les ha pedido”, agregó.
Tillerson elogió el trabajo de otros miembros del Gobierno y destacó su cercana relación con el secretario de Defensa, James Mattis, alguien con el que habla “casi cada día” y que es muy respetado por Trump.
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