El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condicionó la regularización del estatus de residencia y empleo de los “dreamers” (soñadores) a la construcción del muro en la frontera con México, y a la inmediata deportación de inmigrantes indocumentados incluidos los menores de edad.
La Casa Blanca dio a conocer la noche del domingo pasado las directrices de “seguridad fronteriza” bajo las cuales el presidente Trump aceptaría un proyecto de ley formulado por el Congreso federal para regularizar el estatus laboral y de residencia de unos 800 mil soñadores, acogidos por la llamada Acción Diferida para Arribos en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
El pasado 5 de septiembre el presidente Trump dio por terminada a DACA, que ofrecía empleo y residencia temporal por dos años a los soñadores. Al anunciar la medida por medio del Departamento de Justicia, Trump dio al Congreso federal un plazo de seis meses para formular un proyecto de ley que defina como residentes permanentes a los soñadores.
En el Capitolio los demócratas y republicanos ya trabajan en varios proyectos de ley en este sentido, pero fue hasta este domingo que la Casa Blanca dio a conocer de manera formal las condiciones bajo las cuales el presidente Trump aceptaría la propuesta de los legisladores federales.