Daños en suspensión, amortiguadores, terminales, rótulas y hasta en las llantas los cuales pueden ser causantes de accidentes pueden ser causados por los topes, que aunque han sido colocados para disminuír la velocidad en las calles, raramente son pintados o cuentan con la señalización. José Salas Rangel, encargado de un taller mecánico indicó que se requiere que la población tome conciencia para no verse afectados.
Y ni hablar de los gastos por reparación ocasionados por estos reductores de velocidad, que sólo en el caso de los amortiguadores delanteros, los precios pueden llegar hasta los 4 mil pesos. El especialista en vehículos precisó que quienes más se ven afectados son los vehículos compactos o bajitos que chocan con las boyas o topes hechos de cemento a cuyos conductores recomendó disminuír la velocidad hasta 15 kilómetros por hora.
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