Inconforme tras verse afectada por no poder sacar su celular que había dejado en prenda en una casa de empeño, que fue cerrado luego de un cateo por las autoridades se mostró una clienta que prefirió omitió dar su nombre.
La mujer narró que tras acudir en repetidas ocasiones al lugar y permanecer cerrado, gastó en traslados además de que ahora le cobran los días que dejó de ir tras ser aperturado de nuevo el negocio.
Indicó que al no poderlo sacar en su momento, gastó el dinero, además de que perdió la oportunidad de vender el equipo a un familiar, aunado de lo que ahora deberá pagar de más por los días que dejó de ir.
Por lo pronto, la afectada señaló que piensa refrendar nuevamente el celular así como reunir el capital necesario para sacarlo al haberlo ya gastado, a la par de que analiza acudir a PROFECO a presentar una queja.
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