Emmanuel Macron, presidente de Francia no pudo evitar ruborizarse después de que su mascota Nemo, se orinara mientras se realizaba un encuentro con dos miembros de su gabinete.
El mandatario y sus acompañantes se encontraban en la sala dorada del Palacio del Elíseo cuando el can se orinó en una de las chimeneas, a lo cual Macron, con el rostro rojo comentó que el animal "estaba haciendo algo bastante excepcional".
El perro, un cruce de labrador y griffon fue adoptado por el líder francés y su esposa Brigitte, el pasado mes de agosto de un refugio de animales y fue nombrado Nemo por el personaje de la novela 'Veinte mil leguas de viaje submarino' de Julio Verne.
El momento fue transmitido por el canal de televisión francés LCI.
Con información de AP.
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