Cócorit: un pueblo mágico, pero sin título


Aunque el lugar desborda cultura y tradición no ha logrado conseguir el título nacional de Pueblo Mágico,
Cócorit: un pueblo mágico, pero sin título

Por

martes, 24 de octubre de 2017 0:00

Es uno de los ocho pueblos que hoy agrupan a la etnia yaqui, uno de los pocos rincones donde aún se puede apreciar su majestuosa cultura tras la guerra de exterminio que vivió este grupo durante la Guerra del Yaqui, de 1870 a 1910, uno de los conflictos más largos de la historia de México.

 

A tan sólo 10 minutos de Ciudad Obregón, se encuentra la Comisaría de Cócorit, ubicada en el municipio de Cajeme, Sonora, la cual alberga actualmente a unos 21 mil habitantes.

 

Aunque el lugar desborda cultura y tradición no ha logrado conseguir el título nacional de Pueblo Mágico, que otorga la Secretaría de Turismo, dado que este programa ha sufrido varios recortes de presupuesto en los últimos años, dejando a Cócorit a la espera del título.

 

La historia de este pueblo, que es sin duda mágico por su riqueza cultural, tiene tres capítulos principales, su origen como una de las 80 o más ranchería yaqui que había en la región antes de la colonización, las cuales se redujeron en 1533 cuando el explorador español Diego de Guzmán concentró a su población en 11 rancherías, siendo una de ellas la de Cócorit; después viene su etapa como misión jesuita, la cual presuntamente fue fundada en 1617 por los misioneros Andrés Pérez de Ribas y Tomás Basilo.

 

Es en ese momento que se le advoca al Espíritu Santo, denominándola “Pueblo de misión de visita del Espíritu Santo de Cócorit”, que se deriva de la lengua yaqui cahíta, “Ko'okoi”, que significa chile, pimiento o picante, específicamente la especie chiltepín.

 

 

 

Sin embargo, hay quienes no concuerdan con esta fecha de fundación, ya algunos historiadores consideran que De Ribas señaló el inicio de su peregrinaje entre los “huiaquis” en 1617, pero nunca mencionó visita alguna a la ranchería de Cócorit, ni mucho menos la misión de visita del Espíritu Santo de Cócorit, la cual sólo era visitada los domingos o días festivos por los padres para oficiar misa.

 

Finalmente, su tercera etapa surge durante el porfiriato, cuando el pueblo yaqui fue víctima de etnocidio durante la Guerra del Yaqui, que terminó con la deportación de yaquis a Yucatán para someterlos a trabajos forzados en las haciendas henequeneras, al igual que otros pueblos indígenas. Entre 1880 y 1897 se fraccionó el pueblo actual por el coronel Ángel García Peña, destruyendo lo poco que quedaba de sus vestigios como misión y arrasando con ramadas y otras casas.

 

Desafortunadamente, las construcciones del porfiriato alrededor de la plaza, no se conservaron, sino que también fueron demolidas en 1950 para construir nuevas casas habitaciones.

 

Sus atractivos turísticos

Al caminar por las calles de Cócorit uno se sumerge en una pintoresca fantasía que honra a la naturaleza, pues es común ver las fachas e las casas adornadas de coloridos murales ecológicos que muestran diversos tipos de aves que rondan el pueblo. Entre ellos, el zanate mexicano o clarinero (Quiscalus mexicanus), sin duda la más representativa de Cócorit por las danzas aéreas que realizan sobre la plaza de armas.

 

A esta ruta se le conoce como “Alas en mi Pueblo”, y tiene su origen en la creencia que los Yaquis tienen el don de imitar a las aves; sonidos que utilizaban en tiempos de guerra para comunicarse entre los cerros y el monte para evitar ser detectados por los enemigos tal y como ha sucedido en las luchas tribales ancestrales, durante la colonización española y el porfiriato.

 

 

 

Los murales se mezclan entre los colores dominantes del pueblo, verde por su vegetación, rojo de rosales y morado de las bugambilias que decoran sin esfuerzo sus calles.

 

Además, en una vieja casa de huéspedes construida en 1890, y que también sirvió de cuartel militar, se encuentra el Museo de los Yaquis, que abrió sus puertas por primera vez en 2008 para dar a conocer una amplia muestra cultural de dicha etnia, desde su historia, costumbres y tradiciones. Durante su recorrido uno se encuentra con las principales artesanías elaboradas por este grupo indígena, tales como máscaras, bordados y tambores. Además de representaciones de música y danza que honran los valores, la lengua y las fiestas de la tribu.

 


 

La Casona de Cócorit es otro recinto cultura, cuya construcción es de estilo Neoclásico, y cuenta con cuatro salas de exposición donde se muestran obras permanentes de pintura, fotografía, escultura y artesanías. Su objetivo es impulsar las artes plásticas principalmente en las personas con aptitudes, pero con escasos recursos económicos.

 

Exite también el parque temático Yo’ O Juara “Lugar de Encanto”, fundado en el 2009, que presenta una fusión de culturas desde la autóctona yaqui hasta los pioneros del valle del yaqui, y permite tener un contacto directo con la cultura yaqui. Además de probar de su gastronomía típica, su música tradicional y juegos populares.

 

Otros increíbles lugares para visitar son la Plaza de Armas, el centro cultural “La Casa de Adobe”, el parador turístico “La Loma del Guamúchil”, y sus riquísimos restaurantes, cafés y heladerías típicas.

 

Para quienes tienen poco tiempo y desean recorrer los principales lugares turísticos y sumergirse en la cultura del pueblo, existe el Yaquitour, un divertido trenecito turístico que hace un recorrido por la tradición del lugar, enmarcando la riqueza cultural de este hermoso pueblo.

 

También te puede interesar:

Estas son las enfermedades más frecuentes en niños y niñas en Cajeme

Así fue como lo perdieron casi todo

Restaurarán mural de Biblioteca


Compartir nota


Ultimas Noticias

tambien te puedo interesar

Secciones de noticias