Luego de 6 semanas del sismo de septiembre pasado y en pleno festejo de Día de Muertos, la barda perimetral del panteón de San Andrés Mixquix, en Tláhuac está dañada.
Además de los daños estructurales de la barda, la oferta cultural de Día de Muertos es poca.
“Tras de este muro está la tumba de mi papá, sigue la de un familiar y luego la grieta que atraviesa el panteón. Es peligrosa para la integridad de quienes venimos a alumbrar”, afirmó José Odilón Martínez Valdéz, cronista San Andrés Mixquic.
Cómo cada año, con base en la tradición, al medio día de este 31 de octubre, con el sonar de las campañas de la Iglesia de San Andrés Apóstol comenzaron a llegar las almas de los pequeños a Mixquic.
Durante décadas, los habitantes de Mixquic con el apoyo de las autoridades instalaban adornos en calles, escuelas, en la plaza principal, biblioteca y en el museo de sitio.
Con la llegada de noviembre, turistas nacionales y extranjeros arriban a Mixquic en busca de las ofrendas y exposiciones sobre el culto a los muertos.
Habitantes de Mixquic aseguraron desconocer por qué este 2017 no hay muestras culturales como todos los años.
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