Ante la presencia de miles de asistentes, como cada año se realizó la tradicional callejoneada que organiza el Instituto de Cultura de Mazatlán, recorriéndose las principales calles del Centro Histórico con motivo de culto al día de muertos.
Las monumentales catrinas, los altares de muertos y los personajes de ultratumba fueron ícono de la celebración del día de muertos, una de las tradiciones más representativas y antiguas que denotan la identidad de México.
La misteriosa Catrina de los Cuervos, vestida con tétricos colores, encabezó el contigente, mismo que dio inició en la Plazuela Machado y culminó en la calle Belisario Domínguez.
En el marco de ese tradicional evento, en el Teatro Ángela Peralta se rindió homenaje al artista mazatleco Pedro Infante, a cien años de su nacimiento. Se hizo entrega del reconocimiento “Post Mortem” (después de la muerte) al ídolo de la época de oro del cine mexicano y a su hija Lupita Infante con el reconocimiento “Profeta En Su Tierra”, por preservar el legado artístico de su padre.
Fueron cuatro escenarios artísticos los que se instalaron en diferentes puntos. En el Teatro Ángela Peralta, en el corazón de la Plazuela Machado y sobre la calles Heriberto Frías y Niños Héroes, donde los mazatlecos, pero también turistas nacionales y extranjeros, pudieron disfrutar las participaciones de bailarines de la Escuela de Ballet Clásico del Instituto de Cultura, la Camerata Mazatlán, entre otros.
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