Un medio de carga tradicional es la araña o auriga, actividad que tuvo su auge en Culiacán durante las décadas de los 40 hasta los 80, cuando el uso del automóvil particular se hizo más común.
Las aurigas requeridas para el transporte de cargas pequeñas en la ciudad o hacia las rancherías, se están acabando, Don Asunción Núñez es de los pocos que aún siguen en la actividad diaria, pero ya sin el trabajo que años atrás era constante.
Acusa a la desmedida intervención de autos piratas que realizan la misma actividad, disfrazados, sin pagar impuestos ni derecho de piso y bajo la complacencia de las autoridades de transporte, quienes se dedican a hostigar al permisionario.
Actualmente existen 83 permisos en Culiacán de los cuales solo 9 están activos, el resto se fueron de taxistas ante la escasez de trabajo.
Autos particulares que hacen los traslados de mercancía, restricciones para que los arañeros puedan transportar personas y cargas dentro y fuera de la ciudad y dirigentes sindicales que han dejado en el abandono a esta agrupación conocida como Fernando Amilpa adherida a la CTM.
Las aurigas quedarán en el recuerdo de los pobladores de la zona rural de Sinaloa y Durango, que durante décadas prestaron un servicio de transporte personalizado, honrado y eficiente.
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