Cristiano Ronaldo, Usaint Bolt, Michael Phelps, Serena Williams; Son atletas que año por año son capaces de romper cualquier cantidad de récords. Pero... ¿Qué hace diferente a los deportistas modernos en comparación a los del siglo XX?
1932
Jessy Owens maravilló al Mundo en los Juegos Olímpicos de 1932 con su récord de 10.2 segundos en los 100 metros planos. Parece mucho en comparación a los 9.58 segundo impuestos por Usaint Bolt en el 2009. Sin embargo, las condiciones no fueron las mismas.
La diferencia de tiempos es abismal en el atletismos, pero si se considera que Usaint Bolt partió siendo impulsado por bloques de acero para poder correr en una alfombra previamente diseñada para hacerlo lo más humanamente posible, así como su calzado aerodinámico.
Jessy Owens por su parte, corrió sobre cenizas de madera quemada y entre más suave sea la superficie más energía pierden las piernas.
La tecnología en el deporte ha beneficiado a los atletas respecto a su época, y el fútbol no es la excepción.
De balones diseñados simplemente para crear una esfera, que permita jugar este deporte a pelotas con capacidad de repeler la humedad, ser más ligeros, destino impredecible tras el aumento de la velocidad y materiales de tacto blando para golpear con la cabeza.
Esta tecnología ha permitido a los buscadores de talentos y entrenadores entender que tipo de cuerpos necesitan para poder lograr triunfos.
Para la natación un cuerpo largo y brazos grandes son la clave para lograr una mayor velocidad dentro del agua.
En 1999 se propuso la teoría que los corredores de distancia tendrían que ser de cuerpos pequeños y compactos, ya que esta estructura física ofrece ventajas en cuanto a la regularización de temperatura corporal.
El deporte a lo largo de las décadas ha sufrido de cambios radicales y no cabe duda que gracias a la tecnología el deporte como lo conocemos no siempre será el mismo.
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