A los 12 años cuando todas sus amigas empezaron a tener su primera menstruación y ella no, se sintió aliviada. A los 13 cuando su periodo aún no llegaba se sintió relegada, pero su hermana le dijo que pronto llegaría. A los 14 cuando aún no sucedía, se empezó a preocupar, pero su mamá le dijo que no se preocupara. A los 15 años cuando fue al doctor descubrió una verdad que cambiaría su vida: ella no tiene vagina.
El Síndrome de Mayer-Rokitansky-Kuster-
En la mayoría de los casos, las chicas con MRKH cuentan con ovarios y trompas de falopio, pero no tienen útero ni vagina, mientras que algunas cuentan con un útero muy pequeño y una vagina con poca profundidad.
Cuando el útero está ausente o es muy pequeño es imposible para las mujeres sostener un embarazo; sin embargo debido a que usualmente los ovarios son normales y producen óvulos, éstos pueden ser fertilizados in vitro, permitiendo a la pareja tener hijos a través de un vientre alquilado, que suele ser un amiga o familiar de confianza.
Además, cuando la vagina está ausente o es de poca profundidad es también imposible mantener relaciones sexuales, lo que sin duda afecta la calidad de vida de las mujeres, quienes frecuentemente a pesar de ello tienen parejas sentimentales.
Pero no todo está perdido, las mujeres con MRKH tienen alternativas para corregir su situación en términos de sexualidad, ya sea a través de cirugía estética, la cual crea de manera quirúrgica el canal de la vagina. En estos casos el procedimiento McIndoe es el más empleado, en él la vagina es creada a partir de injerto de piel tomada usualmente de los glúteos o con un material especial parecido a la piel y un molde vaginal.
Para quienes nacieron con una vagina incompleta existe una alternativa menos invasiva que consiste en el uso de dilatadores para ir logrando profundidad con el paso del tiempo. Un dilatador es básicamente un tubo de plástico, similar a un tampón, el cual inicialmente es muy delgada y debe utilizarse entre 15 y 20 minutos dos veces al día. Al estirar el músculo vaginal con el paso del tiempo éste puede introducirse un poco más hasta ser reemplazado por otro con un mayor grosor.
Dependiendo de la severidad de la condición crear una vagina usando dilatadores de esta manera con constancia puede tardar de 3 a 16 meses. Un estudio realizado en el Children’s Hospital en Boston descubrió que el 88 por ciento de jovencitas que eligieron usar consistentemente los dilatadores alcanzaron su meta en un plazo de año y medio.
Todos estos procedimientos deben ser supervisados rigurosamente por el médico ginecólogo, y se re recomienda acompañarlos con apoyo psicológico, pues en ambos casos suelen presentarse emociones como frustración y estrés. Además, al estar ligado a la intimidad en la pareja, o en estos casos la falta de intimidad, es importante que la mujer pueda expresar su sentir en confianza de manera segura y libre de prejuicios. Cuando se cuenta con una pareja sentimental formal, es incluso recomendado asistir a terapia juntos.
Muchas mujeres con MRKH son capaces de formar una familia, ya sea a través de los procedimientos antes mencionados o de la adopción, lo que nos recuerda que el amor, cuando es verdadero, lo supera todo y trasciende el aspecto físico.
Hasta la fecha se desconoce la causa exacta del síndrome y la mayoría de los casos ocurren en mujeres sin antecedentes familiares de la condición. Sin embargo, algunos investigadores sospechan que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel importante, aunque no se ha logrado reconocer a los genes asociados a la condición.
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