Hoy, el Presidente Enrique Peña Nieto firmó el decreto que designa área natural protegida al Archipiélago de Revillagigedo, el cual posee una inmensa riqueza de flora y fauna con características ecosistémicas y particularidades geológicas que son objeto de interés científico en diversos campos de estudio sobre biodiversidad, biogeografía y evolución.
La región está conformado por las Islas Socorro, Clarión, San Benedicto y el Islote Roca Partida, así como su zona marina circundante. Se localiza en el Océano Pacífico a unos 800 kilómetros al oeste de Manzanillo y casi 400 kilómetros al sur de Cabo San Lucas.
En 1994 las islas fueron declaradas como Reserva de la Biósfera bajo el nombre de Archipiélago de Revillagigedo, lo cual significa que fueron reconocidas por la UNESCO como una zona de ecosistemas, por lo que a partir de ello se buscó promover un desarrollo sostenible mediante un diálogo con sus pobladores, el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza, la mejora del bienestar, el respeto a los valores culturales y la capacidad de adaptación de la sociedad ante los cambios.
Además, cuenta con la distinción de ser un Sitio Ramsar, es decir que son considerados humedales de importancia internacional de acuerdo con los criterios establecidos por la “Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas” (Convención Ramsar), tratado internacional del que México es parte.
Sin embargo, todas estas declaraciones son sólo eso, pues aunque se habla de conservación y protección la zona no había sido oficialmente considerada por el gobierno federal como prioritaria para ejercer medidas inmediatas que impactaron en su cuidado.
Con la denominación de la zona como “área natural protegida”, finalmente se establece el concepto de parque natural para la región y con ello la prohibición de todo tipo de pesca en todo el polígono, tanto comercial como deportiva, así como la acuacultura, el cual cuenta con una superficie de 148 mil 87 kilómetros cuadrados. De igual manera, el decreto prohíbe la extracción de cualquier recurso natural y la construcción de infraestructura hotelera.
Actualmente México cuenta con 182 áreas naturales protegidas, que suma un total de 91 millones de hectáreas. De éstas, casi 70 millones de hectáreas corresponden a zonas marinas y 21 millones zonas terrestres.
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