Si algo no pueden negar los extranjeros es que las bodas mexicanas son divertidísimas, pero más allá de ser “una fiestón”, las bodas en el País están llenas de tradiciones que ya sea por superstición o costumbre suelen seguirse al pie de la letra en todos los casamientos.
Empecemos por lo básico, los “cuatro algos”, como se les dice en México. Es costumbre llevar algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul, pero por qué. La tradición se originó en Inglaterra, la primera mención de ella data de alrededor de 1871, y dicta los elementos que la novia debe portar para tener un matrimonio exitoso.
Se dice que lo viejo hace referencia a la antigua vida de la novia, su vida de soltera, y es un símbolo de protección. Lo nuevo habla de la vida que está por comenzar, y que la novia espera con ilusión; lo prestado es símbolo de buena suerte, usualmente se dice que debe ser algo que otra feliz novia haya usado y que por esa razón transmite suerte para que ella tenga un matrimonio igual de feliz; finalmente lo azul, refleja la fidelidad y la pureza y en algunos países lo relacionan con ahuyentar cualquier mal que pueda rondar la feliz unión.
Otro accesorio que tiene mucha importancia en las bodas mexicanas son el collar o aretes de perlas, pero en este caso lo que se busca es evitar a toda costa que la novia los use, pues se tiene la creencia que las perlas representan lágrimas y de usarse en el día del casamiento podría ser de mal augurio.
Los tres ramos de la novia, esto es algo muy representativo de la religión católica, ya que uno de los ramos va dedicado a la Virgen y se deja en la Iglesia como ofrenda al pedir por un matrimonio duradero y feliz. Otro ramo es el principal con el que la novia suele presentarse en la ceremonia, el cual suele conservarse, y finalmente el tercero es que se lanza a las invitadas.
La costumbre de “lanzar el ramo” es una de las más típicas alrededor del mundo. En América el ramo se lanza a las invitadas solteras, pues simboliza buena suerte y así quien lo cache será la próxima en casarse; sin embargo en otros países perdura una tradición más personalizada en la que la novia regala el ramo a una persona especial como muestra de afecto y deseos de suerte y prosperidad en su vida amorosa. Algunas versiones de esta tradición especifican que el ramo debe pasar por tres personas: del novio, que lo recibe aceptando el compromiso de cuidar a su futura esposa, a la novia que lo acepta felizmente y transmite a él buena suerte, a la mujer soltera de su elección, que será merecedora de esos buenos deseos.
La tradición de lanzar el liguero viene de Francia, algunos dicen que desde el siglo XIV otros la ubican hasta el siglo XVI. La liga es símbolo de feminidad, hace alusión a la primera noche de bodas y por lo tanto está ligada a la pérdida de la virginidad, que era una virtud antes indispensable de las novias. Se dice que en ese entonces los invitados hombres de la boda perseguían a la novia para quitarle la liga, pues ésta representaba buena suerte en el amor, pero esto se daba, como es de esperarse, a momentos bastante incómodos. Por otro lado, algunos sitios especializados en bodas mencionan que la tradición original era darles jalones al vestido de novia para obtener un pedazo de tela. Sea cual sea el verdadero origen, afortunadamente la costumbre se ha vuelto más civilizada y es ahora el propio novio quien quita la prenda de la pierna de su amada y la avienta a sus compañeros solteros.
Si has asistido a alguna boda en México, seguramente has visto que los invitados hombres suelen lanzar al novio por los aires como si fuera un costal o “muertito”. Y es que esto representa la muerte de su vida como soltero; de hecho en algunas ocasiones, se llega a tocar la marcha fúnebre en tono humorístico justo en el momento en que el novio pasa al centro de la pista para que sus compañeros lo levanten.
Algo muy tradicional de las bodas mexicanas es el baile de la “víbora de la mar”, lo cual usualmente es un juego infantil. ¿Entonces por qué se practica en las bodas? Durante este baile los novios deben subirse arriba de sillas y sujetar sus manos formando un arco, bajo el cual pasan corriendo los invitados en cadena o “viborita” representando los problemas que tendrán que enfrentar como pareja. Este arco simboliza su casa o el techo de su hogar como nueva familia, y se dice que si durante el baile alguno de los novios se tambalea significa que el matrimonio puede tener problemas, por lo que el objetivo es que no importa que tan fuerte sea la estampida formada por los invitados ellos permanezcan de pie fuertes ante su unión. Además, ya con unas cuantas copas encima resulta bastante divertido.
La tradición de lanzar arroz sobre los novios el día de su boda tiene origen en Oriente, donde el arroz significa prosperidad, fertilidad y abundancia. Aunque en otros países no siempre se utiliza este tipo de grano: en Inglaterra, durante la época de la dinastía Tudor, se solían lanzar zapatos, en Italia aún se lanzan caramelos, mientras que en Francia la tradición es arrojar trigo.
Finalmente, es común ver que en al auto en el cual parten los novios ya sea después de la ceremonia o después de la fiesta, rumbo a su luna de miel, suele haber latas atadas en la parte. Esto no es con el fin de hacer ruido y anunciar su partido sino que busca
asustar a los malos espíritus y ahuyentar la envidia que puede generar la nueva pareja en su camino.
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