Si eres de los que se pregunta ¿por qué hay tanto acoso sexual en la actualidad?, puede que la pregunta que deberías estarte haciendo es ¿por qué ahora nos damos cuenta de tanto acoso sexual?
La respuesta a esa pregunta no es para nada sencilla, se requiere de valor para enfrentar públicamente a un agresor, al igual que lo era en el pasado; sin embargo, hoy en día existen muchos más medios que hacen posible evidenciar estos comportamientos, lo cual ha quitado un poco el velo del miedo que callaba la voz de las mujeres y hombres que han pasado por esta situación.
Además, el uso de redes sociales ha facilitado a la denuncia de comportamientos inapropiados en todos los niveles, uno siente ahora la libertad de comentar en sus redes aquellas experiencias incómodas e inaceptables que tal vez anteriormente sólo comentabas de manera oral con tu grupo cercano de amigos y familiares en reuniones sociales.
Las denuncias de acoso y abuso sexual en Hollywood no son las únicas que han causado revuelo, también llama la atención la voz de aquellas personas que gracias al hashtag #metoo aceptaron alguna vez haber sido víctimas de algún tipo de acoso, evidenciando la magnitud del hecho e iluminando el camino para que otros logren percibir que ciertos comentarios o acciones no son sólo inapropiados sino que son una ofensa que vale la pena denunciar.
Así lo hizo, Randi Jayne Zuckerberg, hermana del creador de Facebook, ex jefa del departamento de mercadotecnia de dicha red social y escritora del best seller Dot Complicated, quien en su cuenta de Twitter hizo pública su experiencia a bordo de un avión, donde un hombre repetidamente le hizo insinuaciones sexuales mientras viajaba de Los Ángeles a Mazatlán para participar en un ciclo de conferencias.
“Me siento asqueada y degradada después de un vuelo de Alaska Air en dónde el pasajero a mi lado me hizo repetidos comentarios sexuales obscenos. Las asistentes de vuelo me dijeron que él era un volador frecuente, hicieron caso omiso a su comportamiento y siguieron sirviéndoles bebidas. ¿Supongo que su dinero significa más que nuestra seguridad? Aquí mi carta a ellos”.
Estimada Alaska Airlines
CC: Jeff Butler, Vicepresidente de Operaciones de Aeropuerto y Servicio al Cliente
CC: Andy Schneide, Vicepresidente de Servicios A Bordo
CC: Brad Tilden, CEO
Hoy fui puesta en una situación extremadamente incómoda en un vuelo cuando un pasajero a mi lado, en el vuelo de Los Ángeles a Mazatlán en primera clase, empezó a hacerme comentarios sexuales explícitos, obscenos y altamente ofensivos, inmediatamente que abordamos la nave. Empezó a hablarme sobre tocarse a sí mismo, continuó preguntándome si fantaseaba sobre la colega de negocios con la que yo viajaba, calificó y comentó al respecto de los cuerpos de mujeres conforme ellas pasaban a nuestro lado, y muchos más comentarios horripilantes y ofensivos.
Cuando llamé la atención a las asistentes de vuelo sobre su comportamiento, ellos respondieron que se trataba de un viajero frecuente de Alaska Airlines en esa ruta, y que ya habían hablado con él al respecto en el pasado, pero que, bueno, no debía tomarlo personal porque ese tipo no tenía filtro. Vinieron a mis asiento algunas veces y dulcemente le preguntaron al pasajero: “¿Se está comportando hoy?” con una sonrisa y risitas. Después de que les dije que estaba extremadamente incómoda, sugirieron que podían moverme a un asiento en medio en la parte trasera del avión. Lo cual casi hago, hasta que me di cuenta… ¿por qué debería moverme yo? Yo soy la que estaba siendo acosada por un pasajero que tiene una historia CONOCIDA de ser inapropiado y ofensivo en el pasado, por estos mismos asistentes de vuelo. Todo esto sucedió antes de que el vuelo despegara, ¿por qué es la mujer la que necesita cambiar asientos en esta situación? ¿No debería ser él sacado del vuelo?
Para el registro, yo estaba en el asiento 4A y él en el asiento 4C. Así que ustedes deben de saber exactamente qué pasajero era.
Permanecí en mi asiento y por el resto del vuelo vi cómo este pasajero bebió múltiples bebidas alcohólicas (en un punto llegó a tener tres bebidas alcohólicas en su bandeja) y continuó haciéndome comentarios inapropiados y ofensivos. Irónicamente uno de esos comentarios fue acerca de los recientes casos de acoso sexual en los medios y cómo estas mujeres millenials ya no están dispuestas a dar algo de cuerpo para conseguir un empleo”.
Estoy furiosa con el pasajero por hacerme sentir extremadamente incómoda durante un vuelo de 3 hora. Estoy bastante furiosa conmigo misma por no haber causado un mayor escena en el momento. Estoy furiosa de que él haya pensado que era apropiado decirme esas cosas, una completa extraña.
Pero estoy aún más furiosa con Alaska Airlines por saber al respecto y voluntariamente proveerle a este hombre de una plataforma para acosar mujeres. Por saber acerca de su comportamiento y estar más preocupados por tomar su dinero que por la seguridad de los demás pasajeros a su alrededor.
Pienso publicar mi experiencia en redes sociales y estoy considerando llevar a cabo más acciones al respecto.
Feeling disgusted & degraded after an @AlaskaAir flight where the passenger next to me made repeated lewd sexual remarks. The flight attendants told me he was a frequent flier, brushed off his behavior & kept giving him drinks. I guess his $ means more than our safety? My letter: pic.twitter.com/xOkDpb0dYU
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